5 de diciembre de 2007
La causa se encuentra en la mesa del juzgado nº 47 desde el pasado verano, “pendiente de resolver”
Los abortos ilegales han saltado a la opinión pública tras la detención el pasado lunes del dueño de Ginedemex, el peruano afincado en Barcelona, Carlos Morín. Es el más conocido, pero no es el único. Hay muchos ‘Dr. Morín’ en España. Examinemos Isadora.
Todo empezó tras una investigación de la Plataforma ‘La Vida Importa’ sobre restos humanos en los cubos de basura de las ‘clínicas’. Empezaron por el centro de Morín en Barcelona: encontraron restos humanos. Tras la sorpresa “repetimos la operación en otros centros de Madrid; el resultado siempre es el mismo: había restos en todos”, señala Juan Sánchez Galera, portavoz de la plataforma ‘La Vida Importa’. Tras una denuncia mediática, la plataforma pone los hechos en conocimiento de la Guardia Civil en junio de 2006. “La acompañamos con fotos, videos y toda la abundante documentación que teníamos”, señala a Hispanidad.com Galera. Sin embargo, inexplicablemente la denuncia duerme el sueño de los justos.
No obstante la emisión hace un año del reportaje de la televisión danesa sobre el fraude del aborto en España reactiva la causa. En abril de 2007 la Guardia Civil reactiva la causa y decide investigar aleatoriamente a Isadora, según señala Galera. La investigación resulta concluyente: aparecen restos humanos en los cubos de basura. Así que lleva los restos encontrados al anatómico forense para que practiquen las diligencias oportunas. ¿Resultado? Cuerpos de fetos de ocho meses en cubos de basura. La Benemérita presenta una querella contra Isadora e inmediatamente después la plataforma se persona en la causa a través del Centro Jurídico Tomas Moro (CJTM) que preside Javier Pérez-Roldán.
La causa cae en el juzgado nº 31 que estaba de guardia, pero posteriormente entra en reparto y recae en el nº 47 de José Sierra Fernández. Su señoría rechaza la personación del CJTM por motivos formales que posteriormente son subsanados. Tras subsanar, cambia la titularidad del juzgado. Así que actualmente la personación de la acusación “está en la mesa del juzgado para resolver”. Así, desde el 4 de julio de 2007. Mejor suerte tuvieron los administradores de Isadora Francisco Javier Hidalgo Pérez y Salim Z. Chami Surcar a los que sí se les permitió la personación.
Los hechos descritos en el ‘intento’ de personación del CJTM son los siguientes: A instancias del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA), que alertó de posibles deficiencias en la gestión y eliminación de residuos biosanitarios en la Clínica Isadora, la Dirección General de Salud Pública y Alimentación, realizó, el pasado 20 de febrero de 2007, una inspección en dicha clínica, acompañando a miembros de SEPRONA.
Los inspectores de Salud Pública comprobaron que en los contenedores precintados por la Guardia Civil, había residuos biosanitarios materiales mezclados con residuos biosanitarios humanos. Los restos encontrados por la Guardia Civil eran de más de 100 fetos, que se encontraron mezclados con información confidencial sobre las madres que acudían a la clínica: nombres y apellidos, teléfonos y direcciones de algunas madres así como el día que acudieron a abortar.
Según declaró a los servicios de Salud pública la portavoz de Isadora, Sra. Pineda, cuando el centro comenzó su actividad la competencia de recogida de residuos era del Ayuntamiento de Madrid y en 1995 pasó a la Consejería de Medio Ambiente. Según la versión de Pineda, el consistorio les facilitó una lista de empresas autorizadas para la recogida de residuos. Escogieron Consenur, que -según la portavoz de Isadora- sigue siendo quien realiza la recogida de restos. ¿Por qué no se entregaron esos ‘restos’ a la compañía autorizada?
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